viernes, 25 de noviembre de 2011

10 años de carrerista.

Cuando estas líneas vean la luz (que diría un finolis) .......  será que habéis encendido el ordenador. Bueno, fuera de bobás, cuando esto se publique, se haga público, estaré (Dios mediante) camino de San Sebastián con intención de correr el domingo la maratón.

No era mi primera opción para este fin de semana, mi destino preferente era la maratón de Valencia que se celebra también este domingo o incluso partía con más posibilidades la maratón de Málaga que será el día 6 de diciembre, pero un "tridente" de razones me llevaron a decidirme por San Sebastián: en primer lugar no participar en pruebas que, al auspicio del Carnet de Corredor ( o su sucedáneo de la "licencia de día"), colaboren en el abuso al que pretende someternos la Federación de Atletismo; en segundo lugar evitar el tener que hacer esos viajes a destinos lejanos yo solo, pues aunque en Málaga tendría compañía e incluso alojamiento, el viaje sería muy pesado, sin embargo a San Sebastián va  también Atalanta, recuperando a mi compañero de viaje de tantas y tantas carreras durante estos años, y es que este año, con calendarios dispares, en pocas hemos coincidido. Pero la tercera, y la que más peso ha tenido es una tonta razón sentimental: hoy día 25 de noviembre se cumplen 10 años de mi debut como carrerista precisamente en San Sebastián, por tanto su maratón es una ocasión magnífica para celebrar  el cumpleaños.

Hace 10 años yo era un tipo de 36 años, de alrededor de 100 kilos (seguramente alguno más, pero siempre me pareció que reconocer más tonelaje ya era pasar una barrera más que psicológica, jajaja) con 1´75 de estatura, es decir era un gordo muy gordo, sin embargo, no era un ser inerte o tronco inmóvil, siempre he hecho algo de deporte: pachangas de baloncesto, en algunas épocas incluso había corrido algo y desde hacía unos años los típicos partidos de fútbol los sábados por la tarde con "excesiva rehidratación" posterior. Fijaos que en el baloncesto, con 1´75 pelaos era "pivot", jajaja, sólo porque ocupaba mucho sitio y era dificil de mover y en esos partidillos de  fútbol cuando me lanzaba a la "carrera" debia ser lo más parecido a un hipopótamo a toda velocidad. Pese a todo siempre he sido más o menos ágil y flexible, aunque el resto de cualidades deportivas tanto físicas como técnicas brillaban, y lo siguen haciendo, por su ausencia.

Por circunstancias varias empecé a juntarme más tiempo con los Jaramugos, aunque el nombre aún no se había inventado, que son de una generación posterior a la mía, de hecho algunos eran (bueno, y siguen siendo) los hermanos pequeños de mis amigos, que en aquel entonces estaban en pleno apogeo carreril y todo el día estaban hablando de carreras: maratones, medias maratones... y a mí aquéllo me sonaba un poco a chino.

Envuelto en aquel ambiente a finales de agosto del 2001 empecé a correr. Yo solo. Me decían que saliera con ellos, pero yo no quería ni estorbarle a ellos ni que ellos me "reventaran" a mí, hasta que más o menos me ví "capacitado" para ir a un ritmo de trote muy suave para ellos, pero que yo pudiera aguantar. Se acerca la maratón de San Sebastián a finales de noviembre y se apuntan Ironmanu, Atalanta y Villi. Paralelamente se celebra una carrera de 10 km. y me animan a participar. Mi única duda es cuánto tiempo dan para acabar, el resto no me preocupa mucho, nunca había corrido 10 km, pero si habitualmente corría 7 ú 8, malo sería que no fuera capaz de hacer un esfuerzo extra para hacer 10 y si no, tampoco pasa nada, no es ninguna cuestión de vida o muerte, si puedo bien y si no pues no, eso sí, no me voy a rendir sin luchar lo máximo posible, y con ese espíritu sigo afrontando los nuevos retos, y hasta ahora me va bien, no tengo nada que perder.

De aquellos días recuerdo que el viernes o el sábado, ya no sé si en una parada en el viaje o ya en San Sebastián pedí un pincho de callos, lo cual me fue "amistosamene recriminado" por mis acompañantes maratonistas puesto que no era lo "recomendado" a lo que les contra argumenté que yo iba a correr sólo un poco más que lo normal y que podía hacer vida normal, jajaja. También recuerdo que el domingo al levantarme de la cama hice algún gesto con el cuello que me hizo algún pinzamiento en algún nervio en el cuello o en el hombro de forma que me recorrió un calambre por todo el brazo izquierdo que me provocó una sensación de hormigueo permanente en el dedo gordo que a día de hoy no se me ha pasado del todo.

Por entonces no había ni foros ni blogs ni gaitas de estas, vamos casi no había ni internet, así que os voy a hacer ahora la crónica, muy breve, eso sí. Llevaba unas míticas  zapatillas J´hayber New Olimpo, recuerdo  ir muy sofocado, por encima de mis posibilidades, pero era una "carrera" y había que darlo todo, jeje, evidentemente iba de los últimos, pero me recorría el cuerpo una agradable sensación si adelantaba a alguien, sobre todo al final, lo que, dicho sea de paso, ocurrió muy pocas veces, era un poco de motivación extra y recuerdo especialmente una extraña sensación como si a cada paso se me "levantara la tapa de los sesos", como si el cuero cabelludo estuviera separado del resto de la cabeza y fuera dando botes. Supongo que  alguna explicación médica tendrá, quizás una manifestación del bombeo sanguíneo al ir a un ritmo fuerte y desconocido para mí en ese momento.

El caso es que acabé en 56:27 muy satisfecho con mi proeza y con ganas de ver  la clasificación  para comprobar a cuántos puestos de la cola había quedado, cosa que nunca conseguí saber, no pusieron la clasificación en la página de la carrera y no sé si la llegarían a publicar en algún sitio, creo que la carrera de 10 km. era muy secundaria para la organización y de hecho creo que no se volvió a hacer (este año sí se retoma). Además una vez que acabé  estuve viendo los últimos kilómetros de la maratón, era mi primer acercamiento en vivo a tal barbaridad, la primera vez que veía a tanta gente de toda condición pasarlo tan mal en aquellos kilómetros finales: las miradas perdidas, las zancadas torpes, las piernas renqueantes, los cuerpos medio ladeados, las cojeras buena o malamente sobrellevadas, los rostros  desencajados, en definitiva el agotamiento personificado (cuántas veces habré dado yo después esa imagen); pero también la alegría interior, las sonrisas un tanto forzadas pero agradecidas, la satisfacción que se adivina en un gesto, en un saludo con la mano o en una simple mueca,  los ánimos de la gente (y para eso San Sebastián además es especial), la algarabía y la alegría de los familiares y amigos, el entusiasmo de los chiquillos que ofrecen la mano para chocarla. 

Pero lo peor (o lo mejor) de todo es que "me había picado el bicho": el bicho de correr, el de las carreras, el de los nervios, el de los sofocones, el de las "competiciones", el de los amigos que corren, el de los viajes para correr, el de pasar frío o calor innecesariamente, el de los madrugones, el de "si os mandaran no lo hacíais", el de "¿y encima tenéis que pagar?", el de "¿qué coj..... hago yo aquí que ya no puedo con mi alma?", ese bicho que tenemos casi todos los que andamos por aquí y que hizo que al poco tiempo, como unos meses antes mis nuevos compañeros y amigos Jaramugos,  yo también ocupara gran parte de mi tiempo de charla hablando de las carreras. 

Han pasado 10 años, han ido aparecido nuevas motivaciones, "citius, altius, fortius", más rápido, más alto, más fuerte, poco a poco he ido afrontando nuevos retos, en ocasiones quizás demasiado ambiciosos, conociendo mis limitaciones, pero sin complejos, me he lanzado a nuevas aventuras sin saber muy bien dónde me metía, pero como decía antes, si se puede se puede y si no pues otra vez será, no es más que una pequeña espinita, una china en un camino lleno de satisfacciones, siempre tratando de disfrutar. Parece mentira con lo mal que se pasa a veces, el enorme placer que al final del camino reporta el haber vencido esas dificultades, el superarse a uno mismo, el crecer en fuerza interior. Miles de kilómetros en las piernas, alguna lesión y algún otro susto superado, un amplio y anárquico currículum del que estoy más que orgulloso, impensable hace 10 años, en el que casi empezando por el tejado, mi tercera carrera (mejor dicho, marcha  porque lo hicimos todo andando) fue un 100 km (consumimos 23 horas y 30 minutos de las 24 horas que daban para acabar) y la cuarta una maratón, cuando aún no había pasado ni un año desde que empecé a correr, la de Valtiendas, nocturna y por parejas en 5 horas y 37 minutos, la primera de las 26 de ruta que llevo en la actualidad, con una mejor marca de 3:11. Un poco más tarde en el 2004 hice la primera carrera de montaña y en el 2005 llegué al triatlón, lo que a su vez me llevó a alguna marcha cicloturista e incluso a alguna travesía de natación que espero ir haciendo más en los próximos años. Así, en unos pocos años y sin pensarlo me encuentro corriendo sin orden ni concierto lo que me apetece, cuando me apetece y porque me apetece, combinando unas pruebas y otras según van cuadrando. Entre otras, si no me he equivocado contando así por encima: 33 medias, 5 maratones de montaña, 7 tris olímpicos, 6  1/2 IM o doble olímpico y atraído, cada vez más, por las largas distancias y el ultrafondo: 3 tris distancia Iron Man, 5 trails de montaña de más de 50 km y 6 de más de 100 incluido uno de 100 millas.

Pero por si los calendarios de pruebas organizadas no fueran suficientes hay que añadir las "Jaramugadas": Verracada Nui, Travesía Mi-rio-brigense, Ruéu del Jálama, En tos lus frentis, Cross Pollino, y otras tonterías que se nos vayan ocurriendo únicamente con el fin de disfrutar del deporte entre amigos y generalmente con una buena comilona para rematar la faena.

Porque estos 10 años de carrerista, aparte del deporte me han permitido conocer a un montón de buenos amigos de aquí y de allá, a lo que ha contribuido también el lío este del internet, tejiendo a través  de foros  o blogs telas de araña de relaciones virtuales que en ocasiones con motivo de las carreras acaban en conocimientos personales.

Por todo ello el domingo estaré en la línea de salida de la maratón de San Sebastián, porque tengo que celebrar un cumpleaños, porque tengo que celebrar 10 años de amistad, 10 años de esfuerzos, 10 años de enormes satisfacciones deportivas, 10 años de sacrificios, 10 años en este maravilloso mundo de locos,  10 años de carrerista con todos vosotros y sobre todo con infinito agradecimiento  a Villi, a Manu y a Abel, no sólo por llevarme a aquella carrera de 10 kilómetros hace 10 años, sino por acompañarme en otras cuando yo daba mis primeras zancadas, como Valtiendas, los 100 km de Corricolari, mi primer Mapoma o mi primera media de Béjar y por acompañarme en otros momentos difíciles como en el 1/2 IM de Lisboa.  Gracias chicos.
Entrada en meta en Valtiendas. Agosto 2002. Maratón nocturno y por parejas que hicimos juntos: Abel, Villi, el menda y Manu.
Y como despedida, hoy tiene más sentido que nunca el vídeo de "Esos locos que corren" que aunque está siempre en el margen del blog, hoy tiene que ser más visible.

12 comentarios:

davidiego dijo...

Felicidades Agus!

Enhorabuena por ese curriculum, la verdad es que es envidiable, pero por esa entropía deportiva, podrías ser la mascota de los Jaramugos, en el sentido de representar todos sus ideales: realizar toda proeza atlética cuyo desafío se lance compartiendo unas cervezas entre amigos, y la autosuperación que ha supuesto.

Te (os) deseo todo lo mejor este domingo y que reserves fuerzas para el 8 de diciembre.

Efedexdx dijo...

¡¡¡FELICIDADES!!!
Comenzaste porque corrían tus amigos y ahora eres tú el espejo en el que todos nos miramos.
Dices: "me encuentro corriendo sin orden ni concierto lo que me apetece, cuando me apetece y porque me apetece".
Sigue así. No cambies.

El crusti dijo...

Emocionante relato. 10 tirones de orejas cuando nos veamos, quizás en la Sansil Salmantina

Un abrazo

Santi

Michel dijo...

Felicidades Agus.

Lo que me he reido leyendo la crónica y viendo la foto, joder, que barriga tenías.

Espero que en San Sebastían haya ido bien con la lesión del gemelo.

Yo en cierto modo me veo un poco reflejado en tí, salvando las distancias, claro, ya quisiera yo tu Curriculum Vitae y tus marcas.

Yo en Abril hará cinco años que pesaba 91 kg, hoy estoy en 76 kg, he acabado mi cuarto maratón y llevó 29 medias.

Un abrazo y espero verte pronto.

Anónimo dijo...

Felicidades!! tenéis gran parte de culpa de que empezara a correr (la primera carrera seria la media de Babilafuente allá por 2003).
Se te ha olvidado la mítica ascensión invernal a la Peña...

Que sigas otros 10, y 10 más y así hasta el infinito y más allá.

Un abrazo.

P.D. No te olvides lo altos que son los tontos...

Atalanta dijo...

La foto de Valtiendas es de traca. Estás graciosísimo. Bonito post. Recuerdo que cuando yo comencé a volar solo, cuando empecé a mirar más allá del maratón, una tarde en el río comentabas que Villi te dijo que estaba fatal y que tú le respondiste que si tú tuvieras cualidades también me acompañarías. Ya ves lo poco que tardaste en unirte a la fiesta. Hemos compartido muchas carreras, algunas que jamás hubiéramos imaginado poco tiempo antes. Seguimos citados en carreteras y montañas. Mira que he hecho burradas pero aquellos inconscientes 100 kms de Madrid, siguen en mi "Top Five" de mis momentos más chungos. "Eso lo hace mi abuela a la pata coja". Un abrazo.

Si te lo tengo que explicar... dijo...

Casi se me suelta la lagrimita... Felicidades!!!

CiegoSabino dijo...

D.D., he tenido que mirar lo de la entropía, pero el concepto de mascota suele ser una cosa distinta, jaja, algo como: "Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón... " sólo coincidimos en lo de peludo, jaja.

Efedequis, tú es que eres "mu profesional", te tira el lado oscuro, pero no acabas de decidirte, jeje. Te acompaño cuando hag falta.

Crusti, no sé lo de la San Sil, ya sabes mucho barullo para mí, pero no lo descarto. Pero con lo que tu andas de un lado a otro nos veremos seguro, quizás en algún sitio insospechado. Me alegro por lo del curro.

Míchel, eres un alumno aventajado. Ya te he dicho alguna vez que esto no tiene mucho mérito sólo hay que tener constancia, no hace falta nada más (bueno sí, ser algo duro de cabeza y de físico para que las lesiones no se ceben con uno). En unos años verás cómo estás escribiendo algo parecido, vas por buen camino.

Anónimo "alto", desde luego que estáis tontos, jajaja. Otro al que "le picó el bicho". La invernal de la Peña la sigo haciendo, pero ya no me ducho, jajaja.

Abelín, hijo mío, estas y otras locuras por muchos años. Pues no acabo de saber qué es lo que nos falló en los 100 para no poder dormir algo, si estaba calculado incluso para echarnos la siesta, jajaja.

Iron, y a mí cuando lo esribí.

Gracias chavales, nos vemos en el Ruéu, o en otra.

Col dijo...

Esas dos manitas. Esos diez deditos.
Felicidades!
Y ya sabes donde te toca celebrar los 20 años de correrias.
Donosti bien vale una maratón.
Un abrazo Angus. jejeje

CiegoSabino dijo...

Gato gatuno, ya sé que debo una crónica, pero se hace un poco difícil, porque Atalanta ya lo ha dicho casi todo de lo que no es correr, que sin duda ha sido lo mejor del fin de semana, en fin a ver si esta noche me pongo a ello.

Para el 20 aniversario vuelvo, no lo dudes.

El Gonza dijo...

Eres un crack. Yo de mayor quiero ser como tú...
Puedo cambiar el pincho de callos por uno de panceta...?
A ver si llego a tiempo a la de la sierra de Béjar y entramos juntos como un día de esos 10 años...

CiegoSabino dijo...

Ondia Gooooonza.

Usted puede cambiar lo que quiera, o si no nada de cambiar, los dos.

Ale, mozo, poquito a poco vaya dándole a la patita.